Cuántas veces tenemos la certeza de que algo es beneficioso para nosotros, pero no somos capaces de dar el paso hacia ello. Esto es algo que ocurre con la terapia psicológica, muchas personas conocen los motivos por los que deberían ir a la consulta de un psicólogo y cuáles serían los beneficios si lo hiciesen, pero no lo hacen.
En muchas ocasiones, nos planteamos buscar un terapeuta, pensamos en consultar sobre alguna dificultad que aparece en nuestra vida, incluso llegamos a planear acudir a terapia. Sin embargo, una y otra vez nos aparecen circunstancias externas o internas que nos llevan a postergar nuestra iniciativa. Pero ¿son siempre reales esas circunstancias? Te diré que no. La mayoría de las veces son excusas que vamos acumulando y hacen cada vez más difícil tomar la decisión de acudir al psicólogo. Algunas de las excusas más comunes son la desconfianza o el reparo que puede darnos compartir nuestros aspectos más personales con alguien desconocido, la falta de tiempo para asistir al psicólogo, la falta de dinero para emplearlo en un proceso terapéutico, el convencimiento de que, al no tener un malestar continuo, podemos prescindir de ayuda… Y seguro que se te ocurren muchas otras.
Como psicólog@s te vamos a escuchar desde la confianza, la confidencialidad y sin juzgarte. Durante las sesiones se creará una relación de cercanía, comodidad y apoyo que te permitirá compartir todos los aspectos que consideres necesarios.
En qué podrías invertir tu tiempo y dinero mejor que en salud y bienestar. Podemos prescindir de alguna actividad que estemos realizando actualmente e invertir esos recursos en la terapia como forma de satisfacción a medio y largo plazo.
El hecho de que algunos días, algunas semanas o incluso algunos meses, los síntomas o el malestar no estén tan presentes no significa que nuestro problemas se hayan solucionado. Simplemente en esos momentos las dificultades no están entre tus mayores prioridades pero sí están interfiriendo en alguna medida en tu bienestar y felicidad.
La situación o el momento ideal no existe, siempre vamos a encontrar impedimentos que hagan que posterguemos una vez más el comienzo de la terapia. Está en ti, está en un@ mism@ movilizar los recursos, hacer algo diferente y crear el cambio. No es necesario que alcancemos un alto nivel de malestar para buscar asesoramiento o iniciar un proceso terapéutico. Abordar el problema en sus primeras fases tendrá como resultado alcanzar el éxito más fácilmente.
TÚ ERES EL EMPUJÓN QUE NECESITAS