Muchas personas intentan mejorar sus hábitos alimenticios y no lo consiguen, esto se debe a que tras los malos hábitos podemos situar diferentes alteraciones emocionales o del estado de ánimo, jugando la ansiedad un papel muy importante.
Cuando comemos se liberan en nuestro cerebro una gran cantidad de neurotransmisores que nos hacen sentir bien. De la comida obtenemos un reforzamiento inmediato, una recompensa y sensación de bienestar a la que otorgamos mayor valor que a los sentimientos que pueden aparecer cuando hemos comido de forma indebida.
¿Cómo podemos diferenciar el hambre del hambre por ansiedad?
Hambre como sensación fisiológica:
- Aparece de forma gradual
- Apetencia de variedad de alimentos
- Nos sentimos saciados tras la ingesta de comida
Hambre por ansiedad:
- Aparece de forma repentina
- Intensidad elevada
- No se origina en el estómago, se origina en forma de imagen en nuestra mente
- Apetencia de comida grasa o comida basura
- Se ingiere de forma automática
- No nos sentimos saciados tras la ingesta
- Aparecen sentimientos de culpa o arrepentimiento
Una vez que hayamos identificado qué tipo de hambre tenemos en cada momento podemos aprender a controlar o manejar el hambre por ansiedad.
Es fundamental gestionar de forma adecuada nuestras emociones. Un profesional de la psicología podrá ayudarnos a disminuir nuestros síntomas ansiosos empleando diferentes herramientas. Además debemos tener en cuenta una serie de factores como ampliar la fuente de recompensas para que no solo recurramos a la comida para obtener placer. Realizar actividades agradables como leer, escuchar música, pasear o compartir momentos con amigos nos mantendrá activos disminuyendo así la ansiedad por la comida.
Esta ansiedad también se verá favorecida con un consumo abundante de agua ya que tendríamos una mayor sensación de saciedad. De la misma forma, estaremos potenciado niveles más bajos de ansiedad con la realización de ejercicio físico debido a la liberación de dopamina y a la disminución de tensiones.
Si llevando a cabo estas pautas continúas identificando situaciones de ansiedad por la comida, no dudes en consultar con un profesional.