El primer paso para relajar nuestra mente es identificar qué nos preocupa y por qué. Solo así podremos encontrar la causa de nuestras preocupaciones y trabajar en una posible solución.
Los siguientes pasos nos ayudarán a identificar estas preocupaciones:
- Durante unos minutos al día y en un lugar determinado que hayas elegido previamente, escribe diariamente tus preocupaciones actuales.
- Cuando hayas realizado el registro durante unos días, ordénalas según su importancia.
- Piensa por qué te preocupan las ideas que has registrado.
- Cuando tus preocupaciones se repitan, anota las que tuvieras el mes pasado, el año pasado, hace tres años, incluso en un período más lejano. Después ordénalas según su importancia para ti.
Es necesario reflexionar sobre nuestras preocupaciones más profundas para llegar a su raíz y por tanto, crear una solución. Para ello, elige una de tus preocupaciones y escríbela:
“Me preocupa que mi relación de pareja se termine”
Ahora, escribe qué te preocupa de esa preocupación. Nos puede resultar de ayuda utilizar la expresión “si pasa eso, lo que me preocuparía sería…”
Por ejemplo:
“Terminar mi relación de pareja”
“si pasa eso, lo que me preocuparía sería…”
“Tener que abandonar mi casa”
“si pasa eso, lo que me preocuparía sería…”
“No saber dónde ir”
“si pasa eso, lo que me preocuparía sería…”
“Volver a casa de mis padres”
“si pasa eso, lo que me preocuparía sería…”
“Ser una persona fracasada”
Con este sencillo ejercicio nos daremos cuenta de lo profundas y diversas que son nuestras preocupaciones y que lo realmente importante es lo que está oculto bajo preocupaciones más superficiales.
Además, podemos controlar nuestras preocupaciones de forma que no sean pensamientos que nos interfieren en muchos momentos del día. ¿Cómo podemos hacerlo?
- Cuando tengamos un pensamiento preocupante debemos posponerlo para un momento controlado, un momento que hayamos elegido nosotros en el que podamos pensar de forma constructiva y buscar soluciones. Este momento puede ser el que habíamos seleccionado para realizar el ejercicio anterior.
- Si la preocupación es la anticipación de un problema debemos anticipar también una posible solución para dicho problema.
- Resulta de gran ayuda compartir nuestras preocupaciones con otras personas de nuestra confianza o con un profesional.
No dudes en hacerlo, ¡te sentirás mejor!