El término sororidad hace referencia a la solidaridad y cooperación entre mujeres, se trata de un compañerismo activo y consciente en el que nos reconocemos unas a otras en un contexto de discriminación y sexismo, es decir, un contexto patriarcal.
Nos referimos al patriarcado como forma de organización política, económica, religiosa y social basada en la idea de autoridad y liderazgo de varón, en la que se da el predominio de los hombres sobre las mujeres.
Esta sociedad patriarcal hace que estemos perdiendo el vínculo y la estructura colectiva entre mujeres que se daba en nuestros inicios. Desde el patriarcado se ha incentivado la rivalidad entre mujeres, subordinadas ante el poder de los hombres, hemos tenido que competir entre nosotras para ascender y ser reconocidas socialmente.
Nos hemos desarrollado como mujeres ante la discriminación y la desigualdad en cuanto a derechos y libertades, a nivel laboral, familiar, sexual y en cualquiera de los ámbitos de la vida de las mujeres.
El individualismo no tiene cabida en este panorama, de ahí la acción y fuerza conjunta de todas nosotras. Alcanzaremos el empoderamiento y el cambio social a través de la alianza y el apoyo mutuo, dejando de lado la enemistad, la competitividad y la desconfianza con las que la cultura del patriarcado nos ha hecho crecer.
En cuanto a los hombres, no deben sentirse excluidos, simplemente esta forma de cooperación no tiene sentido para ellos al no estar sometidos a una cuestión de género. Sin embargo, tienen un gran papel en esta lucha hacia la igualdad, contribuyendo a nuestra visualización y dejando de ser cómplices del patriarcado.
Creemos una red de apoyo entre nosotras, seamos autocríticas, no cuestionemos, no juzguemos a las demás, reforcemos las voces las unas de las otras, empaticemos y reconozcámonos en otras mujeres.
Las mujeres ponen mayor empeño en mejorar sus relaciones con los hombres,
pero lo más importante es cambiar las relaciones entre mujeres.
KATE MILLET