El empleo de autoinstrucciones es una técnica mediante la cual nos damos a nosotros mismos una serie de órdenes e instrucciones para la regulación autónoma de la propia conducta. Estas verbalizaciones a uno mismo nos ayudarán a conseguir objetivos y enfrentarnos a situaciones que valoramos como estresantes o amenazantes. Además facilitarán el cambio o la eliminación de determinados comportamientos.
Esta técnica modifica la autopercepción de incapacidad, de falta de competencia y control hacia un enfrentamiento eficaz y un mejor autoconcepto.
Las autoafirmaciones son especificas para cada situación, dependen de cada caso y han de formularse con el propio lenguaje de cada uno y de manera personalizada. No se trata de memorizar las autoinstrucciones y repetirlas mecánicamente, sino que debemos utilizarlas de forma activa para neutralizar las afirmaciones negativas.
¿Cómo podemos autoinstruirnos?
Podemos utilizar las autoinstrucciones en diferentes momentos de la situación estresante:
Antes: ¿cuál es mi problema?, ¿qué debo hacer?, ¿tengo un plan?.
- “Voy a intentarlo”
- “Puedo conseguirlo”
- “Puedo superarlo”
- “Voy a estar tranquil@, voy a intentar no ponerme nervios@”
Durante la situación:
- Lo estoy haciendo bien
- No va a pasar nada
- Tengo el control de la situación
- Respirar me ayuda
- Puedo controlar la tensión con mi respiración
Después, la conducta se verá reforzada y se repetirá en futuras situaciones:
- ¡Lo conseguí!
- ¡la próxima vez también lo haré!
- ¡Ha sido una oportunidad para aprender aunque no lo haya conseguido!
- ¡He tenido el control!
- ¡Soy capaz de reducir la ansiedad!
¿Cómo podemos entrenar en autoinstrucciones?
El entrenamiento constará de 3 fases:
- Entrenamiento en voz alta, la persona verbaliza las afirmaciones.
- Entrenamiento en voz enmascarada, la persona verbaliza las afirmaciones en voz muy baja.
- Entrenamiento encubierto, la persona realiza un diálogo interno.
Pon en práctica tus propias instrucciones y observarás el poder de los mensajes que nos damos a nosotros mismos.