La autoestima es necesaria para la supervivencia psicológica, es necesaria para satisfacer nuestras necesidades básicas. El problema de la autoestima está en nuestra capacidad de juzgar. Cuando juzgamos o rechazamos aspectos de nosotros mismos nos producimos un enorme dolor.
Al igual que no podemos determinar si viene antes el huevo o la gallina, ya que los huevos vienen de las gallinas y las gallinas de los huevos, la autoestima se origina a partir de las circunstancias de la vida y a la vez la autoestima influye en estas circunstancias. Entonces, si no podemos modificar de forma directa nuestras circunstancias, puede ser muy útil trabajar sobre la mejora de nuestra autoestima. De esta manera, estaremos mejorando nuestras circunstancias.
La autoestima y las circunstancias están relacionadas solo indirectamente y es que nuestras ideas tienen un papel fundamental. Los pensamientos críticos y de autoboicot limitan nuestro desarrollo personal y felicidad. Para conseguir controlar la crítica hay que cazarla, tenemos que ser capaz de oírla. Para ello, nos haremos conscientes de nuestro dialogo interior, prestaremos atención a mensajes del tipo “no voy a ser capaz”, “esa ropa no me sienta bien”, eres débil”…
Te propongo un ejercicio, durante un día permanece lo más vigilante que puedas ante los pensamientos críticos que aparezcan. Te puede sorprender la autodevaluación que hacemos de nosotros mismos. Una vez que seas consciente de esos pensamientos trata de identificar qué utilidad tienen, ¿te están preparando para un posible rechazo?, ¿te ayudan a hacer desaparecer tu miedo al fracaso afirmando que no puedes hacerlo? o ¿te ayudan a controlar sentimientos negativos?
Ahora que ya sabes cómo función tu pensamiento crítico y cuál es su función, es la hora de poner en práctica otras formas más sanas de cubrir esas necesidades. Este ha sido solo un pequeño ejemplo de cómo trabajar y potenciar tu autoestima, existen muchas formas de hacerlo.
La mayoría de pacientes que acuden a terapia psicológica modifican la manera de percibirse y mejoran el sentimiento de valía personal ,(McKay y Fanning, 2016).