Cuántas veces llevamos a cabo un comportamiento teniendo la certeza de que no va a tener la consecuencia que deseamos. Perseveramos, perseveramos, perseveramos incluso con la convicción de que no vamos a conseguirlo. Este proceso se repite en diferentes ámbitos de nuestra vida como son el personal, laboral, sentimental, familiar, etc.
¿Estamos haciendo algo incorrecto?
Te diría que no, y podemos verlo ilustrado en esta vieja historia.
Vivía un chico en un pueblo pequeño y alejado y cada noche se acercaba al lago con el objetivo de tirar piedras a la luna. Lo hacía con piedras de diferentes tamaños, diferente forma, cambiando la técnica y con todas sus fuerzas. Pero siempre con el mismo objetivo. Sus vecinos conocían su práctica y la destreza que había adquirido, sin embargo, trataban de convencerle de que era algo absurdo, no lo conseguirás, ¿no te das cuenta?, le decían. A lo que el chico respondía, claro que lo sé, pero soy el que tira piedras más lejos de todo el mundo.
Podemos fijarnos objetivos fácilmente alcanzables u objetivos que antes de fijarlos tenemos la certeza de que son difíciles de conseguir. Nos va a resultar más gratificante y motivador acercarnos a un gran reto , aún cuando no lo hemos conseguido totalmente, que superar un objetivo que ya sabíamos que era factible para nosotros. La importancia reside en proponernos metas y emplear todos nuestros recursos para alcanzarla. Los objetivos que no nos planteemos nunca vamos a lograrlos.
En ocasiones la dificultad aparece en el momento de fijar esos objetivos o metas. El desconocimiento va a propiciar que empleemos recursos y energías innecesarios para el éxito. Los pasos para determinar una meta son los siguientes:
- Definir un objetivo o resultado específico, es decir, puntualizar de forma concreta qué es lo que queremos conseguir.
- Determinar un plazo para conseguirlo, un período o fecha límite.
- Crear un plan de acción con los pasos a seguir
- Hacernos conscientes de cuáles son nuestras limitaciones o debilidades. Además, debemos anticipar qué dificultades pueden aparecer en el camino y considerar un plan B.
No tengas miedo a la ambición, como hemos empezado diciendo todos hemos tirado piedras a la luna y hay mucho de positivo en ello ya que nos va a permitir crecer y mejorar. Habrá días en los que no nos resulte sencillo trabajar para conseguir nuestros objetivos, puede ser muy útil consultar con un profesional, de esta forma ambos estaréis comprometidos con el trabajo.