La infidelidad en la pareja tiene consecuencias cognitivas, conductuales y emocionales negativas de gran magnitud. Puede provocar sentimientos de de humillación, pensamientos repetitivos, bajo estado de ánimo, ansiedad e ira. Pero no todas las parejas en las que ha ocurrido una infidelidad se separan o terminan la relación, muchas continúan por muchas razones , algunas de esas parejas acuden a terapia.
No existe un factor o factores claros que expliquen la infidelidad. Sin embargo, podemos enumerar una serie de elementos que predicen conductas basadas en la infidelidad como son la personalidad con mayor sentido del riesgo, los estilos de apego ansioso y desorganizado, el deseo sexual o la insatisfacción personal. Además existen circunstancias vitales que se relacionan con una mayor probabilidad de que ocurra una infidelidad como puede ser la pérdida de empleo, la muerte de un familiar, el nacimiento de un hijo, etc.
La fidelidad es una de las bases sobre las que se asientan las parejas estables. Sin embargo, no suele definirse qué es la infidelidad ni hacerse explícitos cuáles son los comportamientos admisibles para cada miembro de la pareja. Desde el inicio de la relación estos aspectos se dan por supuestos en función de la cultura, el contexto social o las suposiciones de las familias de origen. Las nuevas tecnologías contribuyen a la ambigüedad en la consideración de lo que es o no es infidelidad, la mejora de la comunicación hace más accesible la infidelidad.
Al inicio del proceso terapéutico es importante preguntar a la pareja si es posible la reconciliación y la recuperación de la ilusión y el amor. Un requisito indispensable para el éxito de la terapia es la implicación y compromiso de ambos miembros de la pareja. Desde el tratamiento se les guiará para delimitar qué es una pareja para ell@s, para determinar unos límites claros, visibles y flexibles , mejorar las habilidades de comunicación y restablecer la confianza.
Como trabajo individual, la persona infiel abordará su realidad interna, sus problemas de autoestima, su incapacidad para construir un vínculo firme y seguro y controlará el contexto para que no vuelva a ocurrir. La persona que se siente traicionada trabajará sobre el daño que le han causado, sobre sus pensamientos, sentimientos y conductas que le acercarán a un posible perdón.
De forma conjunta se abordará el establecimiento de nuevos límites, las conductas positivas, las habilidades de comunicación así como el restablecimiento de la confianza.
LA RECONCILIACIÓN ES POSIBLE CON AYUDA TERAPEÚTICA